Es por tu manía, de ir, a una ciudad Y dejándonos está, tarados, la metrópoli como tú y yo, bronceados, no hay aquí les oí decir, esos dos de ahí, vienen del pueblo Se rieron, divirtieron pues supieron que muy pronto nosotros también estaríamos como ellos paliduchos, como rascacielos, con la cara de cera con la cara de cera, ya no hay limpia ni la estratosfera así siempre será, mientras vivas en una ciudad En aquellos campos, tomabas, conmigo el sol y a nosotros nos cantaban, los pájaros, en sus ramas ahora en cambio aquí, en la ciudad, los motores de automóviles, van marcándonos, la marcha fúnebre Y las fábricas, ?perfumando? están, todo el aire y oscurecen un cielo tan negro oliendo que apesta el alcalde, asegura que, la ciudad es moderna no hacen caso si dices, que el cemento tapó sus narices el infarto es la moda, quien no lo padeció lo tendrá Ahora no respiro bien, y siento como un sofocón el aliento se me va, y no sé, si no volverá aunque veo allí, que algo está, naciendo es un árbol, sí, es un árbol, de treinta pisos?